Mucha indignación a causado entre la ciudadanía la
cobarde, gallina y pusilánime actitud de las nuevas autoridades
municipales de Sullana, encabezadas por el alcalde Jaime Bardales Ruiz,
al ceder ante la casi vandálica condición de algunos mototaxistas,
exigiendo transitar por las calles Sucre, Tarapacá y san Martín. Hay que
ser objetivos, pero en esta paralización no han participado todos los
mototaxistas, han tomado parte los más informales, los que se burlan de
la ley y de las normas.
La ciudad, en la mañana del lunes 8, prácticamente fue
tomada por estos mototaxistas. Hubo mucho temor en la ciudadanía Los
comités de autos no circularon por prevención, cuidando sus unidades.
Los mototaxis a los que nos referimos, circulaban con 3 ó 4 sujetos
armados con sendos palos impidiendo la circulación de otros mototaxistas
y de vehículos de transporte. En grupos amenazantes de 10 a 15 de estos
vehículos tomaron los cruces estratégicos de calles y avenidas.. Hubo un
cierra puertas de comerciantes para evitar posibles saqueos
Estos hechos nos hacen reflexionar en lo siguiente:
Por un lado la cobarde actitud de las actuales
autoridades municipales (alcalde, regidores, asesores y “directores”),
incapaces de hacer valer el PRINCIPIO DE AUTORIDAD, lo que conlleva a
pensar incapacidad para resolver los problemas de la ciudad. Si así
empiezan, es poco lo que se espera de esta gente. Bardales dice que la
directiva de prohibir la circulación de los mototaxis por las citadas
arterias fue dada por la anterior gestión municipal y por lo tanto, en
una perfecta lavada de manos, deroga la norma y da luz verde a los
mototaxis para que reingresen al centro de la ciudad. Por si fuera poco,
les ha condonado deudas de multas y otros
Si realmente Bardales tuviera buena intención para
Sullana, en el primer día de su gestión, fácil hubiera decretado una
ordenanza municipal. Bardales dice que en la próxima asamblea municipal
se tratará del asunto.
En este caso, primero, el alcalde no tiene que esperar
una próxima reunión de regidores, sino que él como autoridad debe
convocarlos cuando lo crea conveniente, para resolver los problemas, en
este caso, el de los mototaxis. Bardales y sus regidores tuvieron todo
diciembre del 2006 para analizar el problema y llegar a un acuerdo
municipal, pero parece que no le dieron importancia, o en todo caso
sabían de antemano lo que iban a decidir. Parece que pensaron que los
mototaxistas no harían escándalo y ante las circunstancias zafaron
cuerpo y de la forma por demás cobarde. Por miedo o temor, ya sabían de
la burrada que iban a cometer. La respuesta era NO al ingreso de esos
vehículos. La población estaba de acuerdo. Bardales ha debido hacer
respetar el PRINCIPIO DE AUTORIDAD y rechazar a esos mototaxistas hasta
las últimas consecuencias.
Segundo, dicen que en la próxima asamblea se tratará el
asunto. Así se llegue a un acuerdo municipal de prohibir el ingreso de
los mototaxis por el sector en discordia, difícil que se haga cumplir
tal ordenanza, toda vez que el PRINCIPIO DE AUTORIDAD se ha perdido.
Bardales es un payaso que necesita pañal. Nuevamente los mototaxistas
informales tomarán las calles. Nos preguntamos ¿Qué harán Bardales y sus
regidores cuando, por ejemplo los trabajadores de construcción civil
reclamen, como ellos saben hacerlo, sus supuestos derechos?. Cuando de
una pedrada le rompan un vidrio de la municipalidad. ¿Qué harán Bardales
y sus comechados?. Si con estos mototaxistas se mojaron los pantalones,
en esta oportunidad completarán su drama…
El comentario en la calle sobre Bardales, es de rotundo
rechazo a esta cobarde decisión. Muchos ya piensan en su revocatoria,
porque con estas autoridades significaría 4 años más de retraso para
Sullana.
La ciudadanía los tilda de cobardes, arrastrados y muchos
otros sinónimos vulgares que aquí no se pueden publicar.
Lo cierto es que con esta actitud, Bardales está avalando
la inseguridad, la informalidad, el caos y el desorden en la ciudad.
En este contexto no creemos que Bardales tenga, por
ejemplo, un adecuado proyecto que se refiera a un complejo de mercados.
Nunca parece que lo realizaría por temor, miedo y cobardía. Pues si
algún día tenga que desalojar a algunos comerciantes ubicados en los
alrededores del llamado mercadillo, nuevamente se ensuciará los
pantalones. Así pues por simple deducción lógica, para Bardales, mejor
es no meterse con problemas como del mercado. Espero equivocarme.
Mejor hacer algunas obras como el centro de convenciones,
el nuevo estadio de fútbol, pintar las pistas… que importa que estas
obras no sean de interés social y que al final se conviertan en
elefantes blancos. ¡Ah!, eso sí a recorrer el mundo con los viajes de
placer pagados por los jerarcas de la Caja Municipal de Sullana. La
contaminación del Chira y, agua y desagüe para los asentamientos humanos,
pueden esperar…
¿Bardales la esperanza de Sullana?, lo dudamos,
con certeza, sí, DECEPCIÓN Y VERGÜENZA |